Lisandro Quesada
Poesia revolucionaria Olanchitense
Los Campeņos
A las tres de la mañana
sean cálidas o frias,
van surgiendo dia a dia
sin lamentos proferir
como espectros del ensueño
los anémicos "CAMPEÑOS"
a buscar de que vivir.
Unos rien al insomio
otros callan su amargura,
pero todos uno a uno
canturreando sus desvios
indispuestos o enfermos
silenciosos o sombrios
sin sus penas al callar
se introducen a la finca
al martirio duro y frio
del continuo trabajar.
Ellos nunca conocieron
no, la vida lisonjera
con su ilusa primavera,
bella si, pero fugaz.
Conocido han solamente
los azotes insolentes
del ceñudo capataz.
Latigazos tan falaces,
pero al fin los capataces
también victimas los son;
tristes victimas incautas,
pobres pájaros dolientes
insensibles al dolor
otro tiempo fueron gentes
cuando joven ahogadas
aves mal asesinadas
por el yanqui explotador.
Los campeños van surgiendo
de sus fétidos "cusules"
sin saber a donde van;
canturreando sus canciones
de sus pobres corazones
y sus tristes misereses
que cual férreos alfileres
dentro del alma sentirán.
En las noches de la angustia
noches tórridas y mustias
los escepticos "CAMPEÑOS"
pobres si, pero risueños
casi locos de reir,
forman grupos fantasmales
que comentan sus bestiales
modos brutos de vivir.
Pobres hombres,tristes parias,
cuyos vinos amargos
en la hiel, la pura hiel;
ellos toman su existencia
como parte del machete
lacerando y sis conciencia;
tienen fé nomas en el.
Los trabajos inhumanos
son los templos de su alma
y los dolares sus idolos
al sufrir su profesión
y sus trágicos maestros
son los hados del martirio
son escuelas los estancos
y el burdel su profesión.
Sus cuerpos son enjutos
sus faces macilentas
la tísis irredenta
las carnes consumió
la sífiles sangrienta
la escuálida dicteria
de niños los nubló
¿Su delito? ¿Cual delito?
nunca fueron criminales
ellos roban poreue tienen
el derecho de vivir;
y si matan,ellos matan
porque sienten en el alma
la tragedia de sufrir.
Ellos son el testimonio
fieramente acusador
de aquel cínico tirano
que vendió la patria toda
sin piedad al invasor.
Ellos son tristes despojos
de una magna idea buena
que perdura bajo pena
miserable de morir.
Ellos son Cristos Anónimos
cuyas galas son harapos,
muecas trágicas sus risas
pobres cóndores sin alas
cuyo fin es subsistir.
Y el dia en que sonaras
repiquen las campanas
las pálidas campanas,
que anuncien Libertad
surgirá para todos
un mundo sin mendigos
ni penas ni castigos
un mundo de hermandad.
Entonces ese día
que altivo yo presiento
el más bello monumento
debemos dedicar
al pálido "CAMPEÑO"
que lucha con empeño
sin Dios y sin Hogar.
Olanchito,1953
Canto a Honduras
Honduras, la del banano hecho de sangre
idea criminal de Norteamérica,
brassabola de amor,canto y arrullo
muchacha mineral de plata y oro
prendida estás al corazón de América
y vives en tu propio continente
desamparada,mientras una jauría
de yankees transvertidos te persiguen
como coyotes de tus serranías.
Míseros canes de rabiosa lengua
víboras sois que el senegal anida
predican paz,pero su mordedura es de guerra,
es de crimen,es de oprobio
como un bostezo del averno bíblico
de Wall Street el millonario loco,
rie como satán, siniestra risa
y el amparo de rubia muchedumbre
como un Jehova diabólico provoca
una desolación apocalíptica.
Pequeña gran Corea asesinada
Guatemala en la tumba te acompaña
y yo que soy un parto de mi pueblo
Cristo sin Dios de mi adorada Honduras
te juro por tu paz sacrificada
preciosa perla de la mar de Oriente
JAMAS LLAMAR A UN YANKEE CAMARADA.
Tremendo como yo la Patria mía
muda como la esfinge,sufre y llora
la suerte ímpia de su hijo bueno
aquel con su cruz y con su espada
muere sobre la marcha y no protesta
parece un hombre y llamanlo campeño
pero es en realidad piltrafa humana
con apariencia de animal doméstico,
Mas ay, la noche pasa y llega el día
prendida al porvenir está la aurora
y su resplandor de amor justicialista
brotará como un sol recién nacido
de alma viva del campeño muerto
y este será tu fín UNITED FRUIT COMPANY
HONDURAS la de LISANDRO EL PROLETARIO
novia vestida con la primavera
ni el oro del Guayape,ni el de Olancho
la interminable bastedad pampera
nada, ni Lucifer, ni Dios,ni nadie
verán retroceder ante la insidia
la guardia militar de tus patriotas
y así da como éstas al alma mía
joyel azul de rosa y amaranto
te doy en coruscante pedrería
mi verso hecho de hierro y calicanto.
Olanchito, 1953