A la caza del duende II
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PROTESTO
Sigue el reloj
pasan las manecillas
por inviernos y veranos intensos
sin cambiar su
tic-tac-tic-tac
apacible
esperando la primavera
soportando tempestades y sequías
no protesta ni un segundo
(Carolina Reyes Valerio)
ATARDECER DE INVIERNO
Este atardecer
el cielo se cubre
con adioses de plata.
El sol cierra los ojos
como un tigre vencido.
La lluvia
cae con mis lágrimas.
Mil pecesitos de ojos transparentes
acarician mi cuerpo
en este atardecer
(Carolina Reyes)
FUENTE CANSADA
Fuistes moldeada a ciegas.
Los veranos se beben tus sollozos
y un tigre de humo
lame tu sangre.
Una flecha de cristal
traza y sacude tu lenta parábola.
Las estatuas,apartando el alba,
vienen hacia ti.
Barren la niebla se arrodillan en la arena.
Una nube de absurdos colores
trae en su boca una gota de rocío.
(Sixto Rubén Gonzáez Gómez)
DESCUBRIMIENTO
Te conocí
creciendo junto al alba,
en el ocaso satisfecha.
Luego te fuistes
escalando la luz
en la penumbra de tu aliento
descubrí la noche.
Oger Ivan Martinez
EL CONFORMISTA
Hasta quebrantar
el sol,
fué posible
para despertar la noche
donde cantan
pájaros de acero
que inflaman
los amaneceres.
Oger Ivan Martinez
SUELO
Revela el suelo
su fábula
construida en la sombra.
Hablan sus ojos
podridos de misterio
se alimentan
con los huesos del bosque.
Crujen sus dientes
hasta morir en la playa
lentamente
como un tiburón azul.
(Carol Melissa Leiva )
OSCURECE
Gaviotas tacitúrnas picotean luceros
El viento danza.
entre caracoles de espuma
dioses negros
cavilan entre muelles de basalto.
El silencio desgrana
historias preñadas de hormigas.
(Fabio Leonardo Martinez)
SOLEDAD
Aferrado a tu mano
camino entre seres invisibles
Una intangible cuerda ahorca mis palabras
pero su palpitante luz cruje en mi boca.
Cierro los ojos,
el insomio dibuja navajazos
y el tiempo jadeando
se refugia en su burbuja.
Desde su eterna sombra
la muerte
lanza el destello de su falsa moneda.
Entonces
tu fría mano de diosa
me abandona
disuelto en un reflejo.
(Sixto Rubén Gonzalez.)
CREPUSCULO
La tarde
se hizo pedazos
en todas las esquinas,
aruñando mis pupilas,
el bronce,
hambriento de espacio
se bebía el momento
entre contritos pasos
de candelas y liturgias.
En la plaza
un vago pidiendo cigarrillos
un policia inventando multas,
una joven
a la espera del pecado,
mientras,
yo voy solo,
solo,
anudando el crepúsculo
con sueños.
(Daniel Cano Andrade)